Muchas veces sentimos que la vida está siendo injusta, que nos está quitando eso que realmente queremos, eso que deseamos y que nos hace falta, que nos hace bien... En momentos como esos nada tiene sentido y todas las sensaciones se resumen en dos palabras: IMPOTENCIA y DOLOR... Luchamos contra viento y marea por salir adelante, creyendo que nada va a estar mejor, y a su vez que TODO va a mejorar.
Gracias al cielo, al destino, a la fuerza, a lo que sea, he llegado nuevamente al punto del camino en donde todo cuadra. Miro para atrás y comprendo que después de todo, no perdí nada, porque de hecho nada tuve. Entiendo que las cosas fueron exactamente como debían ser, que gracias a lo que viví pude aprender, crecer y encontrar... Y finalmente encuentro que nada podría ser mejor que lo que es.
Después de todo es como quien dice...."Si en la noche lloras por el sol, no podrás ver las estrellas".
Gracias vida por permitime tachar, borrar, arrancar la hoja, dar vuelta la página...
y hoy comenzar a escribir una nueva historia.
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